Había una vez una mujer que, al pasar por un mercado, se acercó a un vendedor de huevos y le preguntó: “¿A cuánto vendes los huevos?”. El viejo vendedor, con
Había una vez una mujer que, al pasar por un mercado, se acercó a un vendedor de huevos y le preguntó: “¿A cuánto vendes los huevos?”. El viejo vendedor, con